lunes, 14 de enero de 2013

El orígen del café

Es la segunda mercancía más comercializada del mundo tras el petróleo. Al año se beben unas 400.000 millones de tazas de café; se estima que la cifra de personas que viven de su cultivo es cercana a los 125 millones y se producen unos 100 millones de bolsas al año.

El café se ha convertido en la bebida más consumida en todo el mundo. Sin embargo, detrás de este producto único se esconde un origen lleno de interrogantes y una historia plagada de prohibiciones, casualidades y amenazas.

En España, a finales del siglo XIX y principios del XX, los cafés se convirtieron en los lugares de reunión preferidos por los intelectuales de la época como el Café Gijón de Madrid o el Novelty de Salamanca. Hoy día, las cafeterías pueblan las ciudades de todo el mundo y cadenas multinacionales como Starbucks especializadas en la venta de café, crecen día a día.

Aunque no se sabe el origen exacto del café, todas las teorías sitúan su aparición en la actual Etiopía. Según se explica en numerosas leyendas fue un pastor el que, tras ver el efecto que unas plantas con frutos rojizos (cafeto) tenían en su rebaño (cuyas ovejas tenían una gran actividad incluso por la noche), decidió probarlos. Tras comprobar el efecto vigorizante que tenía, llevó unas muestras a un monasterio donde los monjes lo cocinaron y lo probaron. El resultado del brebaje amargo no gustó nada, por lo que decidieron arrojar los granos restantes a las brasas para quemarlos. Fue entonces cuando el aroma de esos frutos quemados empezó a ser agradable y decidieron elaborar la bebida con ellos.
A partir de ahí el uso del café se fue extendiendo. Corría, según distintas teorías, el siglo IV o V después de Cristo y, aunque se cree que las tribus africanas consumían café desde la antigüedad, no fue hasta bien entrado el XII cuando comenzó a consumirse de manera habitual en Arabia, y hasta el siglo XV cuando comenzó a cultivarse en Europa. Todo ello, gracias al comercio y al tráfico de peregrinos.
Los europeos fueron lo que, a través de sus colonias en América, implantaron el cultivo del café en numerosas zonas de Suramérica que hoy día ya se han convertido en los principales productores de esta bebida.

En sólo tres siglos, esta infusión ha pasado de ser casi desconocida a convertirse en una bebida universal numerosos personajes históricos como Beethoven, Napoleón o Voltaire, entre otros han consumido en grandes cantidades y alabado continuamente.

Temido y prohibido

Los árabes fueron los primeros en apreciar el café como bebida de socialización. Sobre todo, teniendo en cuenta que el Islam prohíbe el consumo del alcohol. Sin embargo, el café se fue extendiendo de manera tan rápida entre los grupos de intelectuales y sabios que cuestionaban en numerosas ocasiones la legitimidad de los poderosos que, en ocasiones, los emires prohibieron su consumo.
Los reinos cristianos también tuvieron su particular cruzada contra esta bebida. Los protestantes y algunos terratenientes alemanes la rechazaban totalmente. Incluso algunos sacerdotes cristianos llegaron a decir que era una “invención de Satanás”. En Rusia también estuvo prohibido durante años y su consumo se castigaba, en la época de los zares, con la tortura.
Pero a pesar de todo ello, el café consiguió hacerse un camino y popularizarse hasta tal punto que hoy se consumen millones de toneladas al año.

Tipos de café 

Según la variedad del cafeto
-Arábica: Es originaria de Etiopía. Supone ¾ de la producción actual de café. Tiene un sabor más delicado y aroma más intenso. Entre los países productores de café arábico destacan: Brasil, Camerún, Colombia y Costa Rica, entre otros.
-Robusta: La robusta crece con mayor rapidez que la arábica. Más vigorosa que la arábica (de ahí su nombre de “robusta”), resiste mejor a las enfermedades y su rendimiento es más elevado. Tiene un sabor más fuerte y suele ser empleado para mezclar con otros cafés. Los países productores más importantes son Costa de Marfil, Angola y Zaire.
-Libérica: que no se usa para la elaboración de la bebida.
Según el tipo de tueste:
Natural: Se obtiene mediante el tueste de los granos de café por el sistema de “tueste directo” a una temperatura entre los 200 y 220º C y en constante movimiento.
Torrefacto: Se obtiene mediante el tueste de granos de café con azúcar. Obtenemos un color más oscuro, más cuerpo y con un sabor más fuerte.
El café que se toma habitualmente es una mezcla entre ambos.

Propiedades del café

Aunque los beneficios y contraindicaciones del café han sido objeto de debate durante años, se va llegando a cierto consenso respecto a los mismos. La clave para que esta bebida tenga un efecto positivo en el organismo es la moderación.
-La cualidad fundamental es la de la cafeína que proporciona una sensación vigorizante en el organismo.
-Además refuerza la eficacia de los analgésicos, de ahí que algunos medicamentos incluyan pequeñas dosis en sus comprimidos.
-Sus propiedades laxantes y diuréticas también son de sobras conocidas.
-Siempre que se consuma con moderación, el café puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares e incluso de la diabetes tipo II o asma.

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